Canciller Rodríguez: El Estado de Derecho es nuestro mayor escudo para defender la Patria

Nueva York, 16 de febrero de 2016. (MPPRE).- Durante el encuentro con los jóvenes participantes del Modelo Venezolano de Naciones Unidas (VSMUN) en la sede de la ONU en Nueva York, la titular del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, reiteró los derechos legítimos e inalienables de Venezuela sobre su Guayana Esequiba.

Recordó a los presentes que mediante la Diplomacia Bolivariana de Paz, nuestros ejércitos han liberado y otorgado la independencia de nuestros pueblos con dignidad, jamás con pretensiones de someter, invadir ni matar, como es el caso del modelo imperial.

Hizo énfasis en los actos violentos y de apoderamiento de los recursos que generan las pugnas del modelo imperial, puntualizando el caso del terrorismo en el pueblo de Libia y otras regiones de África.

En el 2014, sufrimos la promoción del odio entre los venezolano en las redes sociales, cuando cualquier forma de promoción de intolerancia y odio está prohibida en las convenciones internacionales, «los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas es un escudo que nosotros tenemos que mantener, por eso es importante defender el Estado de Derecho como una forma de prevenir la violencia», sostuvo.

Victoria diplomática

Rodríguez manifestó que el 17 de febrero se cumplen 50 años del Acuerdo de Ginebra, documento que reconoce el reclamo de Venezuela sobre los derechos legítimos e inalienables sobre su territorio del que fue despojado por el imperio británico.

«Mañana Venezuela saldrá por todas nuestras misiones diplomáticas en el mundo a conmemorar esta fecha tan importante y a honrar este instrumento jurídico, con el que nosotros salimos a defender los derechos legítimos sobre el territorio Esequibo ante la comunidad internacional», expresó la canciller venezolana.

Igualmente, recomendó a los jóvenes venezolanos, quienes tendrán la responsabilidad de fortalecer y ampliar los logros de la Diplomacia Bolivariana de Paz en años futuros, que deben sentirse orgullosos del Acuerdo de Ginebra, ya que es una victoria diplomática que se mantiene en vigencia y que reconoce la naturaleza fraudulenta del laudo arbitral de París de 1899, componenda descubierta años más tarde a través del testamento del abogado de Venezuela, el estadounidense Severo Mallet Prevost.