Washington, 29 de octubre de 2014.- En el marco del 153 período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Agente del Estado venezolano para los Derechos Humanos, Germán Saltrón, respondió con evidencias irrefutables a las denuncias calumniosas presentadas irresponsablemente por diversas organizaciones no gubernamentales.
Tras destacar la marcada intencionalidad política que subyace en las acusaciones presentadas ante este parcializado órgano, el alto funcionario presentó argumentos y hechos con sólido asidero jurídico, que desligan al Estado venezolano del estigma que se le ha pretendido adjudicar al incluirlo en el Capítulo IV, por supuestas violaciones a los Derechos Humanos.
Saltrón destacó que con esta categorización tendenciosa «la CIDH se atribuye competencias legislativas que no le corresponden», con «hechos caprichosamente inventados» como único fundamento. Al asumirse como verdugo, el Órgano «sanciona una categorización que pudiera ser invocada como pretexto para perpetrar golpes de Estado, magnicidios y otros delitos de lesa humanidad».
El contundente sumario presentado por Saltrón precedió a la intervención del Magistrado del TSJ, Luis Fernando Damiani Bustillos, quien exigió objetividad a la CIDH, tras presentar una relación analítica de los elementos jurídicos que, amparados en la Constitución Nacional, impiden la politización del Poder Judicial venezolano y, por ende, garantizan su labor imparcial en beneficio del respeto a los Derechos Humanos.
La estocada final correspondió a Luis Britto García, quien atribuyó a las infundadas denuncias de las ONG’s vinculadas al sector mediático un carácter fantástico, luego de exponer una a una las notas de prensa que evidencian cuán respetuoso ha sido el Estado venezolano de la libertad de expresión durante el Proceso Bolivariano, pese a los constantes vituperios de los que ha sido objeto el Gobierno Nacional. Fin