Así lo dijo este martes el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, al explicar que tras la Cumbre de las Américas, celebrada en Panamá en abril pasado, se estableció un mecanismo de trabajo entre Venezuela y Estados Unidos que ha venido funcionando a través de conversaciones para regularizar las relaciones bilaterales con base en el respeto, la igualdad entre los estados y el acatamiento del derecho internacional.
“Hay muchos enemigos de esto (relaciones de respeto entre Caracas y Washington), uno de ellos es esta ultraderecha terrorista, buscando siempre un gran conflicto con Estados Unidos para provocar mil formas de intervención contra Venezuela, y que EE. UU., con todo su poder, nos haga daño”.
Estas apreciaciones las ofreció el jefe del Estado durante un contacto telefónico con la estatal Venezolana de Televisión, donde los periodistas Luis José Marcano, María Alejandra Aguirre, el filósofo y analista político Miguel Pérez Pirela y el vicepresidente de Agitación y Propaganda del PSUV, Víctor Clark, evaluaban en un programa especial el arranque de la campaña electoral para las primarias psuvistas, que permitirá la escogencia de los candidatos bolivarianos que aspiran a una curul en la Asamblea Nacional.
Durante su intervención el presidente Maduro solicitó se colocara el audio que recoge la conversación sostenida entre Leopoldo López, líder de Voluntad Popular, y Daniel Ceballos, ex alcalde de San Cristóbal, estado Táchira; ambos detenidos a la espera de sentencia judicial tras su vinculación con los hechos violentos registrados en el primer trimestre de 2014 y que dejaron un saldo de 43 fallecidos.
La conversación se hizo pública el pasado 25 de mayo y en ella los reclusos evalúan agitar de nuevo las calles y tácitamente boicotear el proceso de conversaciones entre Venezuela y Estados Unidos.
“Nosotros con dignidad y de pie hemos logrado sentarnos a conversar en términos de respeto con un enviado especial, mientras otros buscan situaciones de hecho que provoquen, que impidan que esta vez sí tengamos relaciones de respeto con el Gobierno de (Barack) Obama y los que vengan en el futuro, buscando siempre un gran conflicto para provocar una intervención”, dijo el mandatario.
El 9 de marzo pasado el presidente Obama firmó una Orden Ejecutiva que amplió la lista de funcionarios venezolanos “sancionados” por Estados Unidos y la declaratoria de Venezuela como “una amenaza a la seguridad nacional” de ese país.
La desmedida decisión generó una reacción diplomática, política y de defensa al derecho internacional que quedó demostrada en Ciudad de Panamá, donde Venezuela fue respaldada contundentemente por los gobiernos y más aún por los pueblos, luego de que una amplia campaña mundial denominada: “¡Obama, deroga el decreto ya!” lograra el respaldo de más de 11 millones de personas, quienes suscribieron la solicitud de la derogatoria.
Tras una breve conversación entre el presidente Maduro y su par estadounidense se confirmó que Thomas Shannon —quien había visitado Caracas el pasado 8 de abril, antes de la Cumbre de las Américas— sería el enviado de Estados Unidos para el debate de alto nivel en pos del restablecimiento de relaciones.
A evitar la violencia
El presidente Maduro señaló también que todo el sistema de seguridad de la Patria se encuentra alerta para evitar que extremistas de la derecha venezolana incentiven la violencia en el país, sobre todo en un escenario preelectoral.
“Cada vez tienen menos condiciones para lograrlo, pero no nos confiemos, vayamos nosotros a los 87 circuitos del país para garantizar la paz, la tranquilidad, el debate de ideas”, dijo.
Comentó el mandatario que durante la jornada de este 26 de mayo se reunió con el equipo de inteligencia de la nación para blindar los planes que preserven la paz en el país.
Valoró la campaña en condiciones de igualdad que desarrollará el PSUV y adelantó las actividades previstas en estas cuatro semanas, donde se incluyen caravanas y visitas casa por casa, asambleas populares con las Unidades de Batalla Bolívar Chávez (UBCh), asambleas sectoriales y grandes movilizaciones, para garantizar la mayor participación en las elecciones primarias del 28 de junio.