América Latina levanta un escudo de hermandad para proteger a Venezuela

América del Sur, tierra de libertadores

La presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández, rechazó de manera categórica la mención a Venezuela señalando que «resulta absolutamente inverosímil, casi rayando en lo ridículo, pensar que no solamente Venezuela, sino cualquier país de nuestro continente, pueda resultar una amenaza para la mayor potencia del mundo».

La República Plurinacional de Bolivia siempre presente en la defensa de la unión e integración regional, en manos de su presidente Evo Morales, también defendió que Venezuela no es una amenaza. «El pueblo venezolano junto a América Latina y el Caribe no somos amenaza para nadie, somos pueblos cuyas armas de combate son la solidaridad, la justicia, la igualdad, las ideas y luchamos para que nuestros ciudadanos gocen de su condición de seres humanos», resaltó.

Por su parte, la presidenta Dilma Rousseff, en nombre del Pueblo de la República Federativa del Brasil, sentenció que el momento que actualmente viven las relaciones internacionales en el hemisferio «no admite las medidas unilaterales y políticas de aislamiento, en general y siempre son contraproducentes e ineficaces. Por eso rechazamos la adopción de sanciones contra Venezuela».

La hermana República de Colombia, dirigida por el presidente Juan Manuel Santos, comparte de igual manera que «las sanciones unilaterales son contraproducentes y por esa razón las rechazamos».

El presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa, alzó su voz en favor de la independencia y el respeto hacia nuestros pueblos resaltando en su discurso que «Nuestros Pueblos nunca más aceptaran las tutelas, la injerencia, ni la intervención, su memoria está lacerada por los abusos y las violencias del pasado».

La República de El Salvador, manifestó su rechazó y solicitó al presidente Barack Obama la derogatoria del Decreto Ejecutivo, «consideramos que la reciente Orden Ejecutiva sobre Venezuela debería dejarse sin efecto. Invocamos al diálogo como herramienta de paz por excelencia para que nuestros hermanos de ambas naciones resuelvan sus diferencias», así lo expresó el presidente salvadoreño Sánchez Cerén.

La República de Nicaragua, de la voz de su presidente Daniel Ortega, manifestó que «un golpe a Venezuela, es un golpe a nuestros países, a la Celac, a todos. Lo que tenemos de Venezuela en la región, son programas solidarios, la complementariedad y el comercio justo, en Petrocaribe, en el Alba, que traen consigo proyectos sociales»


Danilo Medina presidente de República Dominicana estimó que si América supera sus conflictos por la vía del diálogo y la diplomacia, se daría inicio a una nueva época en la que nuestros países podrán dedicarse a trabajar por la integración y desarrollo.

El presidente de la República Oriental del Uruguay, Tabaré Vázquez, reafirmó el compromiso de su gobierno de ser partícipe en la solución pacifica de las controversias entre los Estados y de apoyar el respeto al principio de no intervención en los asuntos internos de otros países. Alentó al «respeto recíproco y acatamiento unánime, no solo del orden institucional, sino de la resolución libre y democrática tomada en su momento por el pueblo venezolano».

El presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Enrique Peña Nieto, enalteció los valores independentista e integracionista del Libertador Simón Bolívar rescatando que «El libertador, Simón Bolívar, convocó a las naciones independientes del continente a reunirse en esta ciudad en el primer esfuerzo de integración política, el objetivo era conformar una asamblea que fuera punto de contacto ante los desafíos comunes y conciliadoras de la diferencias».