Alta representante para la política exterior de la Unión Europea, muchas gracias. Al compañero Carlos Castaneda, canciller de El Salvador, hay que agradecer a El Salvador, por traer a la CELAC hasta aquí, a pesar de la intolerancia ideológica que trató de afectar a nuestra organización el año pasado.
En primer lugar, saludar un nuevo encuentro de la Unión Europea con Nuestra América y el Caribe, esta debe ser una alianza birregional para fortalecer el multilateralismo en momentos en los cuales el multilateralismo está amenazado por grandes poderes.
Aquí estamos, dos foros multilaterales por excelencia, encontrándonos con nuestras coincidencias, con nuestras diferencias, pero sobre todo reforzando la manera colectiva y democrática de llevar adelante las relaciones internacionales.
Este es el momento de fortalecer el multilateralismo. El unilateralismo lo que hace es derivar en guerras, el unilateralismo lo que hace es derivar en la violación de los derechos soberanos de los países, ignorar a las Naciones Unidas. Es un acto grosero de poderes unilaterales hoy en día y creemos que tanto los países de Nuestra América y el Caribe, como los países de Europa, debemos más que nunca proteger, blindar y cuidar el multilateralismo, el respeto mutuo, los principios fundamentales del derecho internacional, la no intervención, el respeto a la autodeterminación de los pueblos, aquí en esta mesa están sentados dos polos del mundo pluripolar que están naciendo, aquí en esta mesa está un polo fundamental como lo es Nuestra América con sus recursos naturales, con sus capacidades, con su juventud, con su impronta en el Nuevo Mundo, y está la Europa con su gran desarrollo histórico, tecnológico, civilizatorio. Somos polos que debemos complementarnos entre nosotros y darle al mundo buenas noticias, concretas, resultados y satisfacción de necesidades.
En Venezuela en el año 2015 comenzó una agresión, y aquí en este foro pero a nivel de Jefes de Estados, me correspondió representar a Venezuela como Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, representar al presidente Nicolás Maduro, y comenzó una agresión desde el gobierno de Estados Unidos con la firma de una orden ejecutiva, declarando a Venezuela como una amenaza a la seguridad nacional de EEUU, aquella absurda pretensión fue rechazada por los miembros de este foro. Lamentable decir que aquella orden ejecutiva se ha convertido en la práctica en un bloqueo contra Venezuela, se ha convertido en la práctica en imposibilitar al sistema financiero internacional a trabajar con Venezuela. A pocas cuadras de este edificio, está una empresa financiera que hace el clearing de las transacciones en bonos, en papeles y en efectivo de las empresas de los Estados, se llama Euroclear, solo por ponerles un ejemplo y lo digo porque está aquí en Bruselas, pero hay muchos alrededor del mundo. En Euroclear hay mil 250 millones de dólares que le pertenecen al Estado venezolano y que deberían traducirse en educación, en salud y en progreso para el pueblo y como esos ejemplos hay muchos, a través de las sanciones que no son sino medidas coercitivas unilaterales, absolutamente desapegadas del Derecho Internacional Público y que ha dañado la soberanía de Venezuela y la prosperidad de los venezolanos.
El año pasado por esta fecha, estábamos inmersos también en una situación de violencia con grupos de oposición en las calles, un intento más del golpe de Estado financiado por Estados Unidos, que por cierto se repite hoy con Nicaragua, se repite el mismo patrón, el mismo simbolismo, los mismos modus operandi, el mismo tratamiento mediático de las agencias de noticias, medios de comunicación y las mismas reacciones de los gobiernos, incluyo aquí Gobiernos de América del Norte, América Latina y Europa fundamentalmente, acusando, señalando a una de las partes que más bien está defendiendo su Constitución, sus leyes y a su pueblo.
Hay que llamar a la reflexión, porque la intolerancia ideológica en América Latina en este momento en el cual el gobierno de Estados Unidos le es mucho más fácil y más abierto el proceso de intervención, ayer fue Venezuela, hoy es Nicaragua y mañana puede ser cualquiera de los países de Nuestra América, cuyos gobiernos no coincidan con los intereses de Estados Unidos o élites gobernantes en la región.
Yo quiero solidarizarme, el presidente Nicolás Maduro se solidariza con el pueblo de Nicaragua, con el gobierno constitucional de Nicaragua y sabemos que los nicaragüenses hallarán la solución a esta intervención por parte del imperialismo en ese país.
América Latina y el Caribe es una zona de paz, debemos relacionarnos en consecuencia con el resto de los bloques nacionales de manera cooperativa, de manera constructiva. Este año se ha demostrado la vigencia y fortaleza de la Celac, no sólo en este encuentro sino también en el Foro con la República Popular China, en enero en Chile, que fue de inmensa importancia para nuestro continente.
Cuáles son los desafíos en este momento en el mundo, que es tema de esta intervención, una vez más, combatir el unilateralismo, la pobreza, la desigualdad, el desarrollo desigual de nuestros países, el imperio del capital y que se imponga el multilateralismo, la democracia internacional, los derechos humanos y sociales, y sus garantías.
La Agenda 2030 representa en ese sentido, un reto muy importante para todos los países aquí presentes; ojalá que desde Europa puedan ayudar a América Latina, el Caribe y a África que sufrió también las consecuencias del colonialismo europeo para lograr sus metas y sus objetivos de la Agenda 2030.
Permítanme pedir disculpas en nombre de los pueblos de Nuestra América Latina y Caribeña por la conducta poco diplomática de algunos países miembros de la Celac en el presente foro.
En un ejercicio, insisto una vez más, de intolerancia ideológica, le han dedicado al tema venezolano buena parte de sus discursos, y nos obligan en consecuencia a responder. El presidente Kirchner de Argentina, dijo en el año 2005 en Mar de Plata, cuando América Latina fulminó una iniciativa neocolonialista de Estados Unidos, que se llamaba el ALCA (Área de Libre Comercio para las Américas), dijo en la presencia de George W. Bush, que América Latina no se dejaría patotear por nadie, y creo que ese ha sido el caso de algunos países en esta oportunidad. Nos extraña además, que esta mañana tuvimos una reunión ministerial de nuestra Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, y Venezuela no apareció por ninguna parte, y sin embargo la traen de manera irrespetuosa, no sólo con Venezuela sino también con el otro bloque con el cual no estamos reuniendo el día de hoy, y la exponen aquí ampliamente siguiendo un guión.
Nosotros debemos denunciar aquí por qué no nos reunimos a nivel de Jefes de Estados o de Gobiernos, precisamente por la actitud de este grupo de países que buscan fracturar la Celac, bombardear la Celac. Esta actitud de intolerancia ideológica y de generar entonces una pretensión de acefalía que imposibilitó en ese momento la reunión, a eso también debemos nosotros pedir disculpas, en nombre no solo de mi gobierno, sino de los pueblos de Nuestra América y debemos entenderlo así, son países que fracturan, que creen más en la homogeneidad dentro de la uniformidad y les asusta la unidad en la diversidad. No así ocurrió con la Celac en los primeros años cuando buena parte de los gobiernos de nuestra América eran gobiernos progresistas, muchos de ellos aún lo son y lo serán, -y volverán gobiernos progresistas- y se respetó siempre las posiciones de gobiernos que tenían otro carácter, liberal, de derecha, etc.
Solo quiero concluir con esto, los gobiernos europeos y los pueblos de Europa deben entender la realidad histórica latinoamericana y caribeña, nosotros hemos estado sometidos a la expoliación de varios imperios, los imperios de turno, no sólo los colonizadores iniciales sino también los imperios subsiguientes, hubo países latinoamericanos que se enfrentaron y fueron a guerras y perdieron territorios por intereses del imperio inglés en aquel momento. Hubo países latinoamericanos que en el siglo XX tuvieron que pasar por invasiones, por intervenciones, como Guatemala, República Dominicana, Grenada, Panamá, como Venezuela y otros tantos países, y contaron con aval de gobiernos de la región que apostaron por el éxito de esas políticas imperialistas. Recuerden ustedes que para Estados Unidos, América Latina y el Caribe es su patio trasero, recuerden ustedes que no hace mucho, hace menos de un año, un presidente de un país se atrevió a decir que los gobiernos latinoamericanos, los pueblos de Nuestra América, no eran más que perritos falderos que movían la cola al son que Estados Unidos indicara. Esa es una pugna histórica en Nuestra América, Gobiernos que pretendemos ser soberanos, nacionalistas y latinoamericanistas y gobiernos que se subordinan y se someten, al designio del imperio de turno.
No quisiera uno aquí extenderse a hablar de países donde hay situaciones de conflicto de guerra interna desde hace 60 años, o países donde hay campañas electorales donde mueren centenares de personas, o países donde hay golpes parlamentarios, o países donde gobiernan presidentes que no tenían la facultad para postularse como candidatos, pierden las elecciones y sin embargo son presidentes porque prometen mudar su embajada de Israel de Tel Aviv a Jerusalén.
Es la realidad y creo que hay que hacer un ejercicio de compresión histórica, sociológica de Nuestra América y en cuanto a la intervención del Jefe de la delegación de Lituania, no quisiéramos nosotros entrar en ningún momento a juzgar aquí a Europa, a sus problemas, ni a los procesos y desafíos que enfrentan y menos cuando se trata de un país, estoy seguro que carece de información necesaria para emitir cualquier tipo de juicio sobre Venezuela, y hacemos un llamado a la Unión Europea para tener una aproximación distinta hacía Venezuela, hacía Nuestra América, hacia los gobiernos progresistas dentro de esta pugna histórica y de este intento de avasallamiento político y económico por parte de Estados Unidos y sus aliados. Hay que tener una aproximación objetiva de la realidad latinoamericana y caribeña para poder entablar entonces un diálogo sincero. Muchas gracias.